lunes, 2 de mayo de 2011

LA FALTA DE RIGOR CIENTÍFICO AL SERVICIO DE LAS POLÍTICAS DE GÉNERO

Ana León Mejía
Instituto de Estudios Sociales Avanzados, (IESA-CSIC), Córdoba, España
aleon@iesa.csic.es

En este trabajo se examina una nueva corriente de pensamiento surgida dentro del movimiento feminista norteamericano, que disiente de algunos de los principales presupuestos epistemológicos del feminismo, y que denuncia sus efectos, tanto en la población americana, en especial dentro de la comunidad académica, como en la agenda pública. Las autoras que han emprendido la crítica de la denominada “ideología del género” cuentan por un lado con el apoyo de una gran parte del público americano. Por otra parte, han suscitado la ira del feminismo académico que les atribuye ser parte de un backlash (un contraataque) frente a los logros conseguidos por el feminismo. Son acusadas, entre otras cosas, de conservadurismo, traición a la causa feminista o acoso institucional
antifeminista. El grado de crispación se ha elevado con la crisis de “las violaciones en las citas” que se ha convertido en la nueva causa feminista, junto con las actuales políticas contra la pornografía y el acoso sexual. A todo esto, se añade el surgimiento de voces disidentes en Canadá, Francia y España, que confirman una grave fractura dentro de uno de los movimientos sociales más importantes de las últimas décadas.

The aim of this paper is to examine the dissident thought within the feminist movement. This new approach dissents from some main epistemological assumptions of the feminism, and claims against its effects, both in the academy and the public agenda. On the one hand, the authors that have leaded the critique against the so-called “gender ideology”, have the support of most of the American public. On the other hand, they are experiencing the wrath of the academic feminist and the accusation of being part of a backlash. The charges are conservatism, betrayal, and anti-feminism harassment. The social tension has increase with the date rape crisis, the new feminism cause, besides the current politics against pornography and sexual harassment. Furthermore
dissident voices in Canada, France and Spain prove a serious break up in one of the most important social movements in the last decades.

Revista Internacional de Sociología (RIS)
Vol.67, nº 3, Septiembre-Diciembre, 559-588, 2009
ISSN: 0034-9712 eISSN: 1988-429X DOI:10.3989/ris.2007.02.15
560 • ANA LEÓN MEJÍA
RIS, VOL. 67, Nº 3, SEPTIEMBRE-DICIEMBRE, 559-588, 2009. ISSN: 0034-9712




INTRODUCCIÓN

El feminismo norteamericano se debate con un nuevo adversario en su lucha contra la
sociedad patriarcal. Se trata del trabajo de un grupo de feministas académicas norteamericanas,
que acusan al movimiento por la liberación de las mujeres de falsear la realidad, y
de haberse convertido en la práctica en un movimiento de victimización. Señalan también,
que gran parte de la investigación feminista carece de rigor científico y está imbuida, y
demasiado contaminada, por la ideología feminista. Afirman que estas deficiencias de
calidad se trasladan a los estudios de mujer de las universidades, cuyos contenidos son
limitados por la censura de la corrección política feminista que opera en ellos (Patai, 2003).
Culpan al feminismo de haber creado un estado de alerta y crispación con la extensión
de la definición de los conceptos de acoso y agresión sexual más allá del sentido común
(Paglia, 1992 y 2001; Patai, 2003; Sommers, 1994).

Esta situación tan extrema comienza a ser achacada a la denominada “ideología
del género”. Las feministas de la disidencia han roto un silencio contenido con críticas
que arremeten contra conceptos transversales del feminismo: la sociedad patriarcal,
la dominación masculina, la violencia de género, etc. No tienen miedo de encararse
con muchas de las teóricas más ilustradas y conocidas del panorama feminista no sólo
nacional sino también mundial: Naomy Wolf, Susan Faludi, Gloria Steinem, Catherine
MacKinnon, Andrea Dworkin, Marilyn French, Shulamith Firestone, y una larga lista de
mujeres que son de obligada referencia en cualquier curso feminista o de estudios de
género. Están preocupadas sobre todo por la pérdida de legitimidad de un movimiento
que se encuentra sumido en una grave crisis de percepción por parte de la población
femenina, que no se considera feminista ni quiere identificarse con las feministas, aunque
sí haya interiorizado los valores del feminismo y disfrute de los logros conseguidos por
este movimiento (Aronson, 2003).